sábado, 16 de noviembre de 2013

16 de noviembre

Edmundo


Arzobispo, hacia 1180-1240
Como canónigo y tesorero de la catedral de Salisbury, a pedido de Su Santidad Gregorio IX bregó en apoyo de la segunda cruzada contra los sarracenos con tal éxito que hasta los pecadores se convirtieron e hicieron grandes donaciones para la liberación de Tierra Santa.
Elegido por unanimidad arzobispo de Canterbury, luchó denodadamente contra el vicio, la compraventa de cargos honoríficos y la depravación de las costumbres, tomando especial interés en cuidar de muchachas jóvenes sin medios, para las que fundó una institución especializada.
Su fama ejemplar llegó a Roma cuando una hermosa dama de sociedad se enamoró de él. Edmundo resistió a la extraordinaria belleza de la joven y a todas sus artes puestas al servicio del pecado, pero finalmente tuvo que recurrir a una artimaña.
Fingiendo ceder al acoso, la invitó a su cuarto. Una vez ahí, la incitó a desnudarse y cuando ella estuvo lista, en lugar de quitarse las ropas y echársele encima, tomó un látigo y la azotó hasta hacerle brotar la sangre. Aun mucho después podían verse las estrías hinchadas en la delicada piel de la muchacha, que nunca más volvió a meterse desnuda en el cuarto de un cura.
Perseguido por oponerse a una medida impositiva de Enrique III, falleció en Francia en 1240.
Comparte su día con la mística Gertrudis de Helfta, quien entró un día a un convento de Sajonia, donde la liturgia y las oraciones le revelaron su inmenso amor a Cristo. Conocida también como Gertrudis la Grande o Gertrudis Magna, sólo se supo fehacientemente de ella la fecha de su nacimiento: 6 de enero de 1256

No hay comentarios:

Publicar un comentario