lunes, 11 de noviembre de 2013

10 de noviembre

Teodistis de Paros


Virgen, h. siglo V
Crecida huérfana en el silencio de una finca rural de la isla de Lesbos, una medianoche de tormenta, mientras rogaba al Señor porque hiciera cesar los rayos, fue sorprendida por una turba de piratas. Apenas la divisaron, los airados sujetos corrieron a su encuentro con lujuriosa algarabía.
Teodistis volvió a encomendarse a Dios, quien tuvo a bien reservarla para el capitán pirata, que la reclamó para sí y que al menos era uno solo. La santa muchacha calló y lo siguió hasta su barco, confiando en que el Señor seguiría sin abandonarla.
Cuando los malvivientes desembarcaron en la isla de Paros para repartirse el botín, la doncella consiguió saltar del barco sin ser vista y huir por entre zarazas y gargantas rocosas.
No fue encontrada por nadie sino hasta treinta y cinco años después, a tiempo para morir en Cristo gracias a la oportuna llegada a la isla de un sacerdote.

No hay comentarios:

Publicar un comentario