lunes, 30 de diciembre de 2013

29 de diciembre

Tomás Becket



Mártir, 1118-1170
Arzobispo de Canterbury que fue al cielo casi inmediatamente después de que el honor de Dios lo obligara a oponerse a su amigo Enrique II.
Despachado de este mundo en 1170, es patrono de los cerveceros londinenses y de los toneleros venecianos.

domingo, 29 de diciembre de 2013

28 de diciembre

Los santos inocentes

Mártires, m. en 1 
Cuando los tres reyes de Oriente, que hacen una aparición tan fugaz como ambigua en las páginas de las Sagradas Escrituras, se enteran del nacimiento del Mesías en Belén, no tienen mejor idea que delatarlo ante su colega Herodes, a la sazón rey de Judea. A Herodes se le había metido entre ceja y ceja que el pequeño acabaría con su reinado, razón por la que planeaba eliminarlo.

Los cuatro aristócratas idean un ardid: los orientales acudirán al lugar del natalicio con obsequios, seguros de deslumbrar a una familia de sencillos aldeanos y, una vez de regreso, revelarían a Herodes la ubicación exacta del Niño. Pero algo alteró sus planes. Quieren los autores de los Evangelios que ese fuera nada menos que Dios Padre, quien les ordenó en un sueño que regresaran de inmediato a sus lejanas tierras.
Si bien la teoría es plausible, existen indicios como para no darla
del todo por cierta o para suponer que los acontecimientos se precipitaron inexplicablemente, ya que el día 28 de diciembre, apenas a tres días del nacimiento y sin aguardar el regreso de sus espías, Herodes tomó la precaución de librarse del Mesías decapitando a todos los niños menores de dos años.
Se ha criticado a menudo esta medida de Herodes puesto que resulta extravagante matar a todos los niños menores de dos años para librarse de un infante de apenas de tres días de edad, pero en su descargo es justo puntualizar que el rey de Judea no podía saber si el futuro Mesías no sería de un tamaño mayor al normal, de lo que sus padres podrían valerse para disimular su identidad ante las autoridades.
Fueran cuales fuesen las razones de Herodes, el auténtico misterio aquí es otro.
Si el hijo de Dios había venido al mundo el 25 de diciembre y la matanza de infantes tuvo lugar el 28, debemos conjeturar que los reyes orientales pasaron por la corte de Judea en algún momento de esos tres días.
Está probado (Mateo 2: 16-18) que los reyes se enteraron de la llegada del Mesías a través de una estrella a la que divisaron entre la noche del 24 y la madrugada del 25, pero se abre aquí un nuevo interrogante: si en efecto provenían de tierras lejanas, para llegar a
Judea antes del 28 debieron haber viajado a velocidad supersónica ¿por qué entonces demoraron tanto –por lo menos 10 días– en llegar recién el 6 de enero a Belén, distante apenas unos kilómetros del palacio de Herodes? ¿Estuvieron realmente en Belén o su encuentro con el Niño Dios tuvo lugar mucho más lejos?
El mismo Mateo nos informa que sólo dos madres judías salvaron a sus hijos del descomunal infanticidio: una, Isabel, que se escondió en las montañas con Juan, el futuro Bautista. La otra fue María, la Madre de Dios, quien había huido a Egipto con su legítimo esposo y el Niño, lo que nos induce a sospechar que los reyes de Oriente dieron con los fugitivos no en Belén, como afirman las escrituras, sino en tierras de Egipto. De otro modo el encuentro tendría que haberse producido antes y no después del 28 de diciembre.
Como puede fácilmente advertirse, la información que nos proporcionan los Evangelistas es contradictoria y deliberadamente confusa. No nos aclaran de qué región veían los reyes, dónde y cuándo dieron con Jesús, por qué primero lo delataron y luego evitaron informar a Herodes sobre su exacto paradero.
¿Fueron ellos, acaso, quienes dieron aviso a María de la matanza que planeaba el rey de Judea? ¿Eran acaso agentes dobles? Esto explicaría por qué no regresaron donde Herodes con el cuento de que Dios se les apareció en sueños.
La Biblia no nos aclara nada al respecto y se conforma con decir que eran “magos”, pero el hecho de que nunca más volvieran a aparecer sugiere que pudieron haber buscado refugio lejos de Judea a fin de escapar de la venganza de Herodes y de la justa ira de miles de madres judías que vieron a sus hijos morir degollados por obra del doble juego de estos misteriosos reyes.
Para aumentar la extrañeza que provoca este amargo episodio, las generaciones posteriores dieron en celebrar el infanticidio con bromas de dudoso gusto y variadas clases de chanzas.

viernes, 27 de diciembre de 2013

27 de diciembre

Fabiola

Divorciada, m. 399 
Caprichosa patricia perteneciente a la gens Fabia, una de las familias originarias de Roma. Egoísta, malcriada, arrogante y disoluta, viuda de su segundo esposo y divorciada del primero, se vinculó al círculo de seguidoras de san Jerónimo de Estridón, integrado entre otras, por Marcela y Paula de Roma, y se hizo cristiana, tras lo cual vendió todos sus bienes, distribuyó su dinero entre los pobres, fundó un hospital en Ostia, vistió cilicio, viajó a Palestina para llevar una vida eremítica, sufrió mucho y se volvió santa.
Venerada ya desde el siglo V, es patrona de las divorciadas, protege a las víctimas de abusos y es invocada contra el adulterio, la infidelidad y los matrimonios difíciles.

 

27 de diciembre

Juan Evangelista 

Apóstol, m. hacia 101 
Discípulo predilecto de Jesús hasta el punto de que algunos han llegado a creerlo mujer, es considerado el más joven de los apóstoles. Abandonó a su prometida en el momento en que iba a celebrarse la boda, y siguió la llamada del Señor sin volver la cabeza.
Todos los creyentes conocen bien sus hechos a través de su Evangelio y el más tardío Apocalipsis. Durante mucho tiempo se discutió si el autor de este último texto no sería otro Juan, apodado “el divino”, pero ambos resultaron ser la misma persona.
Ocurrió que tras la Crucifixión, Juan marchó a Efeso, donde
escribió su Evangelio, para dirigirse luego a Roma. Ahí lo sorprendió la persecución de Diocleciano, fue apresado y frente a la Puerta Latina, arrojado dentro de un caldero con aceite hirviendo. Frustrando las expectativas de los paganos, surgió de la cocción, no sólo incólume, sino también rejuvenecido.
De vuelta en Efeso, recibió una copa de veneno pero, ante la señal de la cruz, la ponzoña se retiró del brebaje en la forma de una serpiente.
De Efeso viajó a Patmos, donde experimentó las visiones psicodélicas que relata en el Apocalipsis, lo que ha inducido a algunos estudiosos a pensar que el veneno no había desaparecido por completo de la copa. O que no era exactamente veneno.
Como sea, volvió a Efeso y vivió hasta sobrepasar los cien años aburriendo a sus discípulos con una cantinela que repetía en forma incesante: “Amaos los unos a los otros”.
Antes de morir, cavó su propia tumba con forma de cruz y se tendió en ella y, tras un estallido de luz, su cuerpo y su alma desparecieron de este mundo.
Patrono de la amistad, es protector de los escritores, los alquimistas, encuadernadores, impresores, libreros, lampistas y fontaneros, así como de vidrieros, grabadores, maleteros, copistas, litógrafos, pintores, notarios, talabarteros, papeleros, cartoneros, espejeros, teólogos y viticultores.
Útil contra la epilepsia, las dolencias de los pies, las intoxicaciones, envenenamientos y quemaduras, propicia la fertilidad y es invocado con singular éxito contra el granizo, hasta el punto de que muchos lo prefieren al Bautista.

jueves, 26 de diciembre de 2013

26 de diciembre

Esteban 

Protomártir, m. en 34

Joven de procedencia griega, fue el primero en casi todo lo que se propuso y no se propuso. Primer cristiano de Jerusalén, los apóstoles lo hicieron el primer diácono, y en el séptimo mes después de la crucifixión del Señor, los irascibles sacerdotes del Sanedrín lo hicieron el primer mártir del Cristianismo.
Los creyentes que dieron sepultura a sus restos, recogieron las piedras enrojecidas de sangre con que había sido lapidado y las convirtieron en reliquias. 
Patrono de los honderos, picapedreros y carpinteros, protege a los caballos y a los escolares y es invocado contra los dolores en el costado.

25 de diciembre

Anastasia 

Mártir, m. hacia 60

Hija de los patricios Pretextato y Justina, y sobrina de san Crisógono, fue educada por su madre y su tío en la fe de Cristo, pero fue casada por su padre con el vicioso y brutal pagano Publio. Tal repugnancia sentía la santa por el monstruo que le había tocado en suerte que cada vez que él quería compartir el lecho fingía sentirse indispuesta, y en cambio salía por las calles vestida de mendiga para consolar a los cristianos perseguidos por el emperador. Al descubrirla, su marido le dio una tremenda paliza y la encerró en su casa, de la que pudo salir recién tres años después, cuando Dios la libró de Publio del modo más expeditivo.
Viuda y dueña de sus bienes, se abocó al cuidado de los cristianos,
particularmente de su tío Crisógono, a quien asistió durante su interrogatorio, tortura y decapitación. 
Detenida por asistir también a las mártires Irene, Ágape y Chionia, fue trasladada de Roma a Macedonia donde conoció a la matrona Teódota y a sus tres hijos, a quienes animó y confortó en su suplicio y sepultó al culminar su martirio. 
Debido a su insistencia en consolar a los mártires, fue a continuación trasladada de Macedonia a Aquileya y de Aquileya a Palmaria tan sólo para ser instada a cumplir el edicto de hacer sacrificios a los pequeños dioses paganos. Naturalmente, se negó, y fue atada a cuatro estacas y quemada viva junto a otros 200 cristianos.
Es tenida por patrona de los censores de libros y diarios seguramente en razón de que la leyenda de su pasión merecería algunos cortes.

24 de diciembre

Irmina 

Abadesa, m. hacia 708

Hija del piadoso rey Dagoberto de Lorena, decidió guardar para siempre su virginidad exactamente el día señalado para contraer enlace, debido a la repentina muerte de su prometido.
En alguna parte escuchó que era más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar al reino de los cielos. Fue entonces que dio todos sus bienes a san Willibrordo para que fundara el monasterio de Echternach.
No sabemos si finalmente Irmina quedó lo suficientemente afilada como para pasar por el ojo de una aguja, pero sí sabemos que pasó por las puertas de un convento cercano a Tréveris, lo que viene a ser casi lo mismo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

23 de diciembre

Sérvulo

Mendigo, m hacia 590 
Invocado contra la poliomielitis, no debe creerse a Sérvulo un Dr. Salk de la antigüedad. Por el contrario: estaba ya de niño tan gravemente paralítico que ni siquiera podía incorporarse de la cama, llevarse la mano a la boca o volverse de lado. Permanecía casi siempre tendido en una camilla en el antepatio de la iglesia de San Clemente, asistido por su madre y su hermano, quienes recogían limosnas. Sin embargo, mucho de lo que recibían, Sérvulo lo hacía distribuir de nuevo entre los pobres.
O bien lo que distribuía no era tanto o las gentes de la época se mostraban muy generosas, pues además de alimentar tres bocas y repartir parte de los ingresos entre los necesitados, las limosnas fueron suficientes como para que Sérvulo comprara los libros de las Sagradas Escrituras.
No había aprendido a leer, pero pedía a los visitantes que se los leyeran en voz alta, de manera tal que a pesar de su analfabetismo conocía tan a fondo la Biblia como un doctor de la ley.
Cuando supo que le había llegado la hora, empezó a cantar y pidió a los peregrinos presentes que se le unieran, pero pronto les ordenó callar: “Oíd las canciones que suenan en el cielo”, dijo.
Y así expiró, en medio del silencio.


domingo, 22 de diciembre de 2013

22 de diciembre

Focas 

Mártir, m. hacia 303

Jardinero de buena voluntad y piadoso cristiano, fue denunciado al prefecto, quien envió en su búsqueda una patrulla de soldados a fin de ajusticiarlo.
Tras largas horas de marcha, cansados y sedientos, los soldados pasaron por su casa. Como era su costumbre, Focas les sirvió lo que tenía.
Por la noche, el jardinero cavó su sepulcro, y por la mañana, luego de servirles el desayuno, al enterarse de quién era, los soldados lo decapitaron, agradeciéndole la tumba que él mismo se había destinado.

21 de diciembre

Tomás 

Apóstol
Todos aquellos a quienes la naturaleza ha dotado de espíritu crítico, tienen una especial veneración por este apóstol, a quien la crucifixión de Jesús lo desanimó tan profundamente, que abjuró de la fe. Sin embargo, bastó con que el Resucitado le permitiera poner las manos en sus llagas, para que de inmediato la recuperara.
Tras una nueva aparición, Cristo le comunicó que sus servicios de arquitecto serían bien retribuidos en la India. Autor de un escandaloso desfalco, salvó su vida gracias a la oportuna muerte del hermano del monarca.
Amnistiado por el rey, cuando las mujeres de la alta sociedad se convirtieron a la fe, negándose a seguir durmiendo con sus esposos, los sacerdotes paganos provocaron varios disturbios y aprovecharon para asesinarlo.
Patrono de los escépticos, protege a los arquitectos, albañiles y picapedreros y es invocado contra los dolores de espalda, los trastornos oculares y la incredulidad.

viernes, 20 de diciembre de 2013

20 de diciembre

Amón 

Torturador, m. hacia 250.

Amón se desempeñaba como policía encargado de mantener el orden durante las sesiones de tortura a los cristianos. En cierta oportunidad, al ver que uno de los mártires comenzaba a dudar de la Fe, puso las cosas en su sitio dándole ánimo y a la postre compartiendo su suerte. De otro modo, la tortura hubiese cesado y tendríamos un santo menos a quien encomendarnos

19 de diciembre

Pelagia 

Prostituta, siglo IV

Cuando Pelagia, la más notable prostituta de Alejandría, ciudad que albergaba a las más bellas, numerosas y experimentadas, pasó frente al grupo de monjes congregados alrededor del obispo Nono luciendo su cabeza y sus hombros descubiertos y sus espléndidas piernas apenas veladas por cordones de perlas y cintas de oro, el obispo preguntó: “¿No os da gusto contemplar tanta belleza?”.
Ante el silencio horrorizado de los hermanos, prosiguió: “Porque Dios nos la enseñará en el juicio final, completamente tapada de inmundicia”.
Los hermanos se habían tranquilizado, cuando Nono volvió a agitarlos: “Pero también he visto en sueños cómo al sumergirse en las aguas del bautismo salía blanca como la nieve y desaparecía volando por el cielo”.
Sus palabras llegaron a oídos de Pelagia quien, nacida en
Alejandría, jamás había salido de los alrededores del delta del Nilo. Compungida, se presentó delante de Naón, algunos dicen que para ser bautizada y otros que para preguntarle qué era la nieve. Como sea, el obispo aprovechó para ungirla con el agua bendita, tras lo cual ella distribuyó todas sus joyas y adornos entre las prostitutas más pobres, se marchó a Jerusalén y vestida de hombre y haciéndose llamar Pelagio, se encerró en una modesta celda en el monte de los Olivos, de la que no volvió a salir sino hasta su muerte.
Nunca pudo averiguar qué era la nieve.

18 de diciembre 

Auxencio

Militar, m. hacia 360 
Excéntrico oficial del ejército romano que, cierta noche, durante una francachela de camaradería entre los rudos hombres de armas, se negó en redondo a brindar en honor de Baco. Se pensó que estaba demasiado borracho pero, como además resultó ser cristiano, fue expulsado del ejército y tuvo que buscarse un empleo.
Después de fracasar en varios oficios, lo encontró como obispo, en Cilicia.

17 de diciembre

Lázaro 

Resucitado y obispo

Hermano de Marta y María Magdalena resucitado por el Señor, según algunos huyó a Chipre, donde llegó a ser obispo de Larnaka luego de que la Virgen María, en persona, tejiera su palio episcopal.
Para otros, en cambio, tras la muerte de Cristo los tres hermanos huyeron de Palestina en un barco de piedra, junto con la doméstica Marcela, Maximino, Celidoni, el empresario José de Arimatea y otros discípulos de Cristo. Llegaron a las costas de Provenza y desembarcaron en Marsella, donde Lázaro se convirtió en obispo, mientras Marta dominó una bestia defecadora de fuego para luego hacerse eremita.
La primera tumba de Lázaro en Betania sigue siendo en la actualidad lugar de peregrinación no obstante haberla ocupado unos pocos días.
Sobre su supuesto sepulcro en Chipre, donde se encontró la inscripción “Lázaro, el amigo de Cristo”, fue levantada una iglesia bizantina. Sobre una tercera tumba suya, en Provenza, se edificó el monasterio de San Víctor.


lunes, 16 de diciembre de 2013

16 de diciembre

Adelaida 

Emperatriz, 931- 999 
Adelaida, princesa de Borgoña, fue obligada por el rey longobardo Hugo a casarse con Lotario, hijo del rey, en la misma ceremonia en que el monarca desposaría a la madre de nuestra futura santa. Quiso Dios, la suerte o el veneno ingerido por Lotario, que la incestuosa unión acabara tres años después, dejando a Adelaida viuda y rica, aunque perseguida por el usurpador Beregar, que la encerró en la mazmorra de una torre, junto al lago de Garda, y procedió de ahí en más a someterla a los malos tratos de rigor.
Adelaida huyó junto con su criada, cruzando a nado el lago. Luego de un día y una noche fue encontrada por el rey Otto, Grande de Alemania, a quien se unió de hecho y más tarde, de derecho.
Poco después el papa Juan XII –el peor de los “malos papas”– coronó a Otto emperador y a Adelaida emperatriz.
Por extraño que parezca, Adelaida volvió a enviudar poco después, y fue regente hasta que su hijo Otto alcanzó la mayoría de edad.
Otto II contrajo nupcias con una pérfida princesa bizantina, Teofanía, quien comenzó a conspirar contra su suegra. La disputa entre ambas mujeres debió haber convertido la vida de palacio en un infierno, del que Otto acabó escapando de la única manera posible para alguien de su posición. A su muerte, heredó el trono su pequeño hijo Otto III, pero esto no aplacó a las damas. Por el contrario: Teofanía amenazó a la anciana emperatriz con el puño: “Si dentro de un año todavía estoy con vida, esta mujer no gobernará ni sobre un puñado de tierra.”
Cuatro semanas después de este arrebato de ira el Señor volvió a acudir en ayuda de Adelaida, llevándose a Teofanía de este valle de lágrimas.
La irascible Adelaida tuvo amargos altercados –todos de idéntico final– con su hijo adoptivo, con su propio hijo, con su nuera y hasta con su nieto Otto III, pero fue muy generosa con la Iglesia y hasta fundó un monasterio, lo que le valió la entrada al reino de los Cielos y un lugar privilegiado a la vera del Señor.

domingo, 15 de diciembre de 2013

15 de diciembre

Cristiana 

Esclava, hacia siglo V

Ninó, Nina, Nino, bella cristiana proveniente de Capadocia, fue vendida como esclava a una tribu salvaje de Georgia, cuyo príncipe era muy dado a ofrecer sacrificios a los dioses.
Adscripta a la corte para tareas de limpieza y el cuidado de los niños, era también llamada Ninón, pero ella justificó su apodo (algunos dicen que su nombre original) sanando a muchos de esos bárbaros paganos, entre ellos a la princesa y su primogénito.
Inmediatamente después, los bárbaros paganos se convirtieron en cristianos igualmente bárbaros, incluido el príncipe, que siguió siendo cruel y ofreciendo sacrificios, mas ya a un solo Dios.
La cruz de santa Ninó, también conocida como cruz georgiana, tiene los brazos inclinados hacia abajo. Se entiende la chapuza en cuanto se repara en que fue construida por la santa utilizando sarmientos de vides a los que ató con sus propios cabellos.

sábado, 14 de diciembre de 2013

14 de diciembre

Espiridión

Obispo, m. hacia 348 
Se crió como pobre pastor de ovejas en la muy pobre isla de Chipre y murió siendo obispo. Hay quienes aseguran que tan meteórica carrera se debió a sus padres, que le enseñaron a leer de muy pequeño, pero otros la atribuyen a su santidad, habida cuenta que semejante movilidad social sólo pudo haber sido fruto de un milagro. Como fuere, alguna deuda tuvo Espiridión con sus padres ya que, en efecto, sabía leer y se aprendió de memoria todo el Evangelio. Además de su valor intrínseco, este empeño lo libró de ser víctima de la zoofilia y las venéreas que agobiaban a los demás pastorcillos.
Fuera de saberse el Evangelio de memoria, Espiridión era capaz de
dar un ojo de la cara con tal de no caer en la idolatría, lo que efectivamente ocurrió durante la persecución del emperador Maximino, cuando lo dejaron tuerto, le cortaron el tendón de la rodilla izquierda y lo condenaron a trabajar en una mina.
El martirio se prolongó hasta la muerte del emperador, cuando el santo pudo regresar a Chipre. Allí pronto gozó de gran prestigio debido a su virtud milagrosa; así, por ejemplo, su oración puso una vez fin a una terrible sequía. Suena un tanto paradójico que en la actualidad sea invocado contra las inundaciones, pero eso es materia teológica.
Cuando la sede episcopal quedó vacante, los creyentes lo eligieron como su pastor, en lo que deben haber influido sus antecedentes juveniles.

Entretanto, el emperador Constantino había caído enfermo. Dícese que una noche se le apareció un ángel y le mostró una brillante asamblea de obispos. Señaló al emperador a dos hombres que no conocía y le dijo: “Estos dos te curarán”. Supo así Constantino que debía convocar al Concilio de Nicea.
Va de suyo que quienes curarían al emperador serían Espiridión y su fiel ayudante Trifilio, pero no fue ese el mayor portento del santo. Ocurrió que de camino a Nicea, Espiridión y Trifilio se unieron a un grupo de obispos y otros altos dignatarios, quienes pronto se sintieron molestos por el aspecto y, más que nada, el hedor que exudaban los pastores, habituados a convivir con las bestias. A fin de sacárselos de encima, una noche los poco piadosos obispos decapitaron las dos mulas –una marrón y otra blanca– de nuestros amigos.
Espiridión se despertó antes del alba y descubrió la masacre. Moviéndose con sigilo en la oscuridad de la noche, se acercó a las mulas y a tientas volvió a colocarles las cabezas. Fue así que Espiridión causó sensación en Nicea al entrar a la ciudad montando una mula blanca de cabeza marrón.
Patrono de Corfú y Dalmacia y protector de los huérfanos, como ya se ha dicho, es invocado contra las inundaciones.

13 de diciembre

Otilia 

Monja, hacia 600 

Nacida en Alsacia y ciega de nacimiento, su decepcionado padre la encerró en un convento, donde las monjas le inculcaron los principios cristianos.

Fue objeto o protagonista de un milagro al momento de su bautizo, cuando recuperó la vista. No parece haber hecho buen uso de ella, ya que se pasó la vida mirando a Dios, para lo que no le hubieran hecho falta ojos.

Patrona de los ciegos, los ópticos y los oftalmólogos, se la invoca contra la conjuntivitis y la miopía.

Comparte su día con Lucía, hermosa doncella de Siracusa que, entregada en cuerpo y alma a Cristo, rechazaba a todos sus pretendientes. Uno de ellos no tuvo mejor ocurrencia que reprocharle la belleza de sus ojos, de los que se había enamorado perdidamente. Entonces Lucía se los arrancó, enviándoselos al joven en un plato.

El joven dejó de importunarla y Lucía recibió de la Virgen María otro par de ojos, aún más bellos, razón por la que es invocada contra la ceguera.


12 de diciembre

Francisco de Asís

Fundador de las órdenes menores, 1182 ‑ 1226 
Heredero de una rica familia de comerciantes, Francisco sentía desde niño una profunda repulsión hacia los leprosos, tal como les sucede a todos los niños en su sano juicio. Pero al entrar en la pubertad, de buenas a primeras un día se apeó del caballo, dio una moneda a un enfermo y le besó la mano. Asimismo, declaró experimentar una intensa dicha al comer del mismo plato que un leproso con heridas sangrantes en los dedos.
Su inusual comportamiento no acabaría ahí. Rezaba en una iglesia cuando escuchó a la imagen del Crucificado decir: “Reconstruye mi casa caída”. 
Alguna clase de afección mental inducía a Francisco a tomar todo
al pie de la letra, por lo que se puso de inmediato a reconstruir el edificio. Mas no era eso lo que el Señor reclamaba de él; pronto le quedó claro cuando sostuvo una violenta discusión con su padre debido al dinero que estaba gastando en reconstruir la iglesia y a su nueva costumbre de intercambiar ropas con los mendigos. Su padre lo acusó de estar robando su dinero y Francisco se quitó las ropas, las arrojó hacia su padre y se marchó desnudo y sin un céntimo.
Pronto se colocó calzoncillos, y una sencilla túnica con un ceñidor de cuerda, pero juró no volver a poseer dinero nunca jamás.

Rechazado con burlas de la iglesia luego de que subiera al púlpito en paños menores para exhortar a los feligreses a la introspección, se dirigió al bosque y procedió a predicar a los pájaros. Es que le gustaba hablar con los animales –quienes jamás lo contradecían– y llamaba “hermanas” a las cigarras y las golondrinas y “hermanos” a los conejos, los corderos y los faisanes.
Su relación con los cerdos, en cambio, era más distante. Cuando en una ocasión un cerdo mató a un pequeño cordero a mordiscos, Francisco lo maldijo y al cabo de tres días, el cochino murió.
Su afán de penitencia era extraordinario. Pocas veces comía algo
cocido y bebía únicamente agua. Se flagelaba sin compasión y con tal ímpetu que pronto su ejemplo fue imitado por numerosos jóvenes de la localidad, deseosos de sufrir y andar andrajosos por las calles para así mejor servir a Dios.
El papa no veía las cosas de la misma manera. Cuando Francisco y su grupo de desarrapados marcharon en peregrinación a Roma, congregándose en la galería de San Juan de Letrán para exponer a Su Santidad su noción de la pobreza evangélica, Inocencio III lo trató de cerdo y le sugirió que buscara alojamiento en un chiquero.
El astuto cardenal Colonna, sin embargo, persuadió al Santo Padre de la inconveniencia de rechazar a un fanático dispuesto a imitar la vida de Jesús, autorizándosele entonces a predicar la penitencia por el mundo, lo más lejos posible del Vaticano.
Francisco fundó la orden de los Mínimos, de las Clarisas y la Tercera orden para seglares y pronto más de cinco mil religiosos observaban su regla, habían evangelizado toda Europa y Noráfrica y el propio Francisco acompañaba a un ejército de cruzados a Palestina, donde se encontró con el sultán y sostuvieron largas conversaciones.
Al regresar, se encontró con muchas irregularidades en su orden, destinó a otro monje como director y se retiró al monte Alverna, donde ayunó durante cuarenta días en honor al arcángel Miguel.
En 1226, prácticamente ciego y muy enfermo, luego de escribir su Canción para el hermano Sol, recibió alegremente a la hermana Muerte.
Contraviniendo su deseo de ser enterrado en el cementerio de indigentes –hubiera sido demasiado–, su cuerpo se conserva como reliquia en la rica basílica de Asís que lleva su nombre.
Más que un organizador religioso, Francisco fue un héroe carismático capaz de predicar a los animales, establecer un pacto con los lobos, conversar con los musulmanes, instituir la tradición del pesebre navideño y, durante su retiro en el monte Alverna, recibir en su cuerpo los cinco estigmas de Cristo.
Protector de sastres, tejedores, vendedores de papeles pintados y pobres en general, así como del correo internacional y el medio ambiente, es de gran ayuda contra el fuego y la peste.
Su sola invocación proporciona alivio inmediato en caso de dolor de cabeza.

11 de diciembre

Franco Lippi

Eremita, 1211 - 1291

Condotiero violento, insubordinado y perezoso, aficionado al juego, las mujeres y las francachelas, perdió sesenta y cinco años haciendo tonterías y ganó los últimos quince de su vida al hacerse ermitaño, monje carmelita y bienaventurado.
Desde que la mismísima Virgen le ordenó hacer penitencia pública por los escándalos que había provocado en Siena, comenzó a recorrer las calles flagelándose vestido de harapos. Si bien su mala reputación no se había olvidado, a su muerte el pueblo lo reconoció como santo de gran austeridad. Sin embargo, su culto fue confirmado recién cuatrocientos años después. Tantos habían sido sus pecados.

10 de diciembre

Eulalia 

Mártir, hacia 292 - 304


Una de las famosas santas de España, hija del senador romano Liberio, nació en Emerita Augusta, la actual Mérida. No había cumplido los 12 años cuando se presentó ante el gobernador Daciano para protestar por un decreto imperial que prohibía el culto a Jesucristo y ordenaba adorar los ídolos paganos.
El gobernador intentó razonar con ella, mostrándole todos los instrumentos de tortura. Y le dijo: "De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas en sus altares este poquito de incienso". Mas Eulalia lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y respondió temerariamente: "Al sólo Dios del cielo adoro; a Él únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más".
Daciano mandó que la golpearan con varillas de hierro, desgarraran sus tiernos pechos y los abrieran con garfios sus virginales costados, hasta llegar a los huesos, y sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas.
Todo lo que se le escuchó decir fue: "He aquí que escriben Tu nombre en mi cuerpo. ¡Cuán agradable es leer estas letras, que señalan, oh Cristo, tus victorias! La misma púrpura de mi sangre exprimida habla de tu santo nombre".
Tan abstraída estaba Eulalia contando sus heridas, que no advirtió que su hermosa cabellera se prendía fuego, pero la ardiente fe de la niña fue más viva que las llamas, que ni siquiera pudieron destruir su cuerpo.
Antes de dar su último suspiro, una blanca paloma surgió volando de su boca y tomó el camino de las estrellas, provocando la huida aterrorizada de los verdugos.
Milagrosamente preservados por una oportuna nevada, sus despojos mortales fueron subrepticiamente rescatados por anónimos y piadosos cristianos de la localidad. Hoy descansan en la catedral de Oviedo.



9 de diciembre

Leocadia 

Virgen y mártir, m. hacia 305
Sin una queja soportó los más espantosos tormentos: su cuerpo fue azotado, desgarrado con garfios de hierro y quemado con antorchas, pero su alma se mantuvo incólume y su virtud intacta.
Sangrando por sus muchas heridas, fue arrojada a un calabozo, donde con su sangre dibujó una gran cruz en la pared antes de echarse a sus pies y expirar, para la mayor gloria de Dios.
Patrona de Toledo, es invocada contra la peste.

viernes, 13 de diciembre de 2013

8 de diciembre

Romarico



Abad, m. hacia 653
Noble del rey merovingio Clotario, se retiró primero al monasterio de Luxueil y después fundó dio su fortuna, su vida y su nombre el monasterio del pueblo de Remiremont, en los Vosgos. 
Fue suficiente.

7 de diciembre

Ambrosio



Obispo, m. hacia 397
Hijo del prefecto de Roma, siendo niño de cuna lo pusieron en el jardín del palacio. Un enjambre de abejas se posó en su cara de manera que quedó cubierta por completo. Las abejas entraban y salían de su pequeña boca como si fuera un panal. A continuación volaron tan alto que se perdieron de vista. Su padre, asustado al ver todo esto, exclamó: “Este niño va a ser algo grande”.
Y lo fue.
Obispo de Milán contra su voluntad, fue consejero de tres emperadores, luchó contra los herejes y bautizó a san Agustín.
Patrono de los apicultores, protege a las abejas, los gansos, los panaderos  y otros animales domésticos

6 de diciembre

Nicolás 

Obispo, m. hacia 345 
También conocido por su nombre holandés, Santa Claus, Nicolás fue, ya desde infante, tan devoto y observante que los días viernes llegaba a rehusar el pecho materno.
Al quedar huérfano se vio obligado a un ayuno más prolongado, pero se encontró dueño de una gran fortuna que no trepidó en dilapidar entre los más pobres y necesitados, dando así inicio a una portentosa saga de milagros. El primero de ellos tuvo lugar cuando, enterado de que tres jóvenes vecinas, a quienes su padre no podía darles dote, se encontraban a punto de prostituirse, envolvió trozos de oro y joyas en tres pañuelos y por la noche los arrojó a través de la ventana. Las jóvenes salieron prestamente a la calle para atender a tan generosos clientes, pero no vieron a nadie.
Por su virtud Nicolás fue elevado a la silla episcopal de Myra, en la
actual Turquía, donde continuó propiciando milagros. Durante una gran hambruna distribuyó panes entre los pobres –lo que le valió ser tenido por patrono de los panaderos– y, de visita en casa de un carnicero, se sorprendió durante la cena cuando su anfitrión le sirvió un plato con carne. Receloso, bajó a la bodega, descubriendo ahí los cadáveres de tres niños conservados en salmuera, a los que de inmediato devolvió a la vida.

Su fama de milagrero se extendió desde Mira a todo el imperio. Salvó de los temporales a muchos navegantes, a niños maltratados de manos de sus opresores y mediante un acto de piratería, a la propia Mira, durante otra hambruna, apareciéndose al armador de un barco de cereales y ordenándole que pusiera rumbo a la ciudad.
Los milagros se incrementaron luego de su muerte y cuando los sarracenos ocuparon Mira, dos ciudades litigaron por la posesión de sus reliquias, objeto de gran veneración popular y centro de atracción del turismo religioso, la única industria relativamente próspera del Medioevo.
Puesto que, al igual que las ideas, los santos son del primero que se los roba, la cuestión quedó zanjada el año 1087 cuando un grupo de marineros de Bari hurtó sus restos, que descansan al día de hoy en la basílica de san Nicolás, dentro de un valioso sarcófago del que fluye una humedad de carácter balsámico y propiedades milagrosas.
Patrono de Bari, Amberes, Amiens, Berlín, Grecia, Nápoles, París,
Sicilia, Venecia y Wismar, además de a los panaderos protege a los farmacéuticos, los fabricantes de bisagras y charnelas, los cerveceros, toneleros, barqueros, bomberos, pescadores, balseros, así como de los maestros de enseñanza primaria, botoneros, vendedores de grano, tenderos, pañeros, marinos, carniceros, tejedores, comerciantes de vino, niños en salmuera, escolares, peregrinos y viajeros en general.
Útil para encontrar objetos robados y de gran ayuda para las muchachas que quieren casarse, la liberación de los presos y la esterilidad conyugal, es invocado contra los juicios erróneos, los peligros del mar y las tempestades.

5 de diciembre

Sabas

Anacoreta, 439 - 532

Multimillonario turco hijo de un importante comandante del ejército, dilapidó su fortuna en la construcción de dos hospitales y siguiendo el consejo de san Eutimio, se preparó para la vida de anacoreta. Retirado al desierto de Palestina, elaboraba cincuenta canastos por semana que entregaba a un monasterio.
Tejiendo canastos, acarreando agua y consiguiendo leche para alimento de los demás monjes anacoretas, trascurrió nueve años, en los que luchó sin pausa contra las tentaciones del maligno.
Llegó a guiar a 150 monjes en la proximidad del Mar Muerto. Como por allí faltaba el agua, un día el santo, al observar los movimientos de un asno, mandó excavar en ese sitio y apareció una fuente de agua.
Amante de la paz y la soledad, se retrajo al desierto de Escitópolis y pernoctó en una cueva. A medianoche sintió de pronto que algo o alguien tiraba suavemente del borde de su hábito. Un león, cuya morada había elegido sin saberlo, estaba a punto de arrastrarlo fuera de una cueva. Pero Sabas le dijo con amabilidad: “Criatura de Dios, la cueva es bastante grande para los dos”. Evidentemente el león no estuvo de acuerdo, pues lo miró largo rato sin decir palabra, se dio la vuelta siempre en silencio y se alejó para ya no regresar jamás.
A los noventa y cuatro años de edad, siendo famoso en todo Oriente, y habiendo gastado gran parte de su vida en oración, meditación y dirección espiritual, murió el 5 de diciembre del año 532.
Su monasterio, cerca del Mar Muerto, es uno de los tres monasterios más antiguos que existen en el mundo. La fuente que hizo brotar, todavía surte de agua a los alrededores, y las palmeras hijas de las que él mismo sembró, aún siguen alimentando con sus dátiles a los monjes que allí viven santamente
Comparte el día con Crispina, martirizada en Tebaste por haber preferido al Dios Todopoderoso que no la defendió, a los dioses de Dioclesiano, que la dejaron si cabeza.