jueves, 5 de septiembre de 2013

5 de septiembre

Lorenzo Giustiniani



Patriarca de Venecia, 1381 – 1455

Veneciano  rico, grave y serio desde muy niño, sólo ansiaba ser santo.   
A los 19 años, en lugar de la bonita joven que su madre le tenía destinada, prefirió a la bonita sabiduría de Dios fundando junto a otros dos ricachones venecianos (Antonio Correr y Gabriele Condulmer, futuro papa Eugenio IV) la congregación de san Giorgio in Alga.
La fuerza de su resolución para seguir el tortuoso camino de la cruz quedó demostrada en la rigurosa severidad con que trataba a su cuerpo, su abstinencia de todos los placeres y la constante dedicación de su mente a los asuntos de la Fe.
A fin de probar su humildad, sus hermanos lo enviaron a recoger limosnas. Soportó con paciencia toda clase de burlas y hasta el sufrimiento de su madre que, cada vez que le reconocía la voz cuando mendigaba frente a su palacio, habiendo visto que las jóvenes bonitas no le interesaban, le enviaba suculentos manjares. Grave y serio, Lorenzo jamás tomaba más de dos panes.
Sólo una vez rompió esta costumbre: a la hora de morir su madre, entró a la casa, le administró el último sacramento y se comió todo lo que había, aunque absteniéndose de probar de la bonita joven que su madre todavía conservaba para él.
Siempre grave y serio, por su virtud sus hermanos lo designaron general de la congregación, y su amigo el papa, patriarca de Venecia.
Si bien falleció el 8 de enero de 1455 y fue canonizado el 16 de octubre de 1690 por el papa Alejandro VIII, su memoria litúrgica se celebra el 5 de septiembre, día en que su amigo lo hizo obispo.

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