1 de septiembre

Gil de Casaio 

Antisocial, época desconocida

Monje cisterciense en el monasterio de Santa María de Carracedo que, harto de los cistercienses, abandonó para ser Abad del monasterio bendictino de de San Martín Castañeda, en Galende, Zamora, hasta que, harto de los benedictinos, lo abandonó para adoctrinar a los feligreses de Santa Cruz de Casaio, Carballeda de Valdeorras.

Harto de los feligreses, más tarde abandonó Casaio y se retiró a una ermita, no lejos del lago de Sanabria, donde en una pared dejó escrita su vida para que se supiera algo de él, pero como, hartos de él, los lugareños derribaron la pared, se ignora cuándo vivió y murió, así como si fue realmente abad.

Al no conocerse la fecha de su muerte, por ignorancia o comodidad se eligió como festividad el 1 de septiembre porque ese mismo día se conmemora la de otro Gil, que tal vez se llamara realmente Egidio, cenobita originario de Atenas que en el siglo VI parece haber sido monje de Carracedo y abad de San Martín.

Debió también estar harto de algo, ya que vivió algún tiempo cerca de Marsella, para retirarse después a un bosque próximo al Ródano, donde se alimentó con la leche de una cierva.

Comparten el día con Vicente y Leto, otros deconocidos de quienes se sabe todavía menos, excepto que era obispo el uno y sacerdote –¿o presbítero? ¿o diácono?– el otro  y que ambos fueron martirizados 

¿En el siglo III o en el IV? ¿En Francia o en Toledo?

Como sea, el rito mozárabe los venera desde los más remotos tiempos que, sin embargo, no se remontan más allá del año 711.