viernes, 13 de diciembre de 2013

7 de diciembre

Ambrosio



Obispo, m. hacia 397
Hijo del prefecto de Roma, siendo niño de cuna lo pusieron en el jardín del palacio. Un enjambre de abejas se posó en su cara de manera que quedó cubierta por completo. Las abejas entraban y salían de su pequeña boca como si fuera un panal. A continuación volaron tan alto que se perdieron de vista. Su padre, asustado al ver todo esto, exclamó: “Este niño va a ser algo grande”.
Y lo fue.
Obispo de Milán contra su voluntad, fue consejero de tres emperadores, luchó contra los herejes y bautizó a san Agustín.
Patrono de los apicultores, protege a las abejas, los gansos, los panaderos  y otros animales domésticos

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