jueves, 26 de diciembre de 2013

24 de diciembre

Irmina 

Abadesa, m. hacia 708

Hija del piadoso rey Dagoberto de Lorena, decidió guardar para siempre su virginidad exactamente el día señalado para contraer enlace, debido a la repentina muerte de su prometido.
En alguna parte escuchó que era más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar al reino de los cielos. Fue entonces que dio todos sus bienes a san Willibrordo para que fundara el monasterio de Echternach.
No sabemos si finalmente Irmina quedó lo suficientemente afilada como para pasar por el ojo de una aguja, pero sí sabemos que pasó por las puertas de un convento cercano a Tréveris, lo que viene a ser casi lo mismo.

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