martes, 6 de agosto de 2013

6 de agosto

Justo y Pastor 

Niños, m. hacia el 300


En tiempos de la gran persecución de Diocleciano, estos dos imprudentes colegiales españoles se presentaron ante el procónsul Daciano para recitarle el catecismo.
El procónsul Daciano los hizo santos cortándoles las cabezas.
Ocurrió en el 304, en Alcalá de Henares.
En la santa iglesia magistral de Alcalá de Henares se conserva y se expone a la veneración una piedra que en uno de sus lados tiene una cavidad. La piedad popular quiere que sea la señal de una de las rodillas de los santos niños al hincarse para ser decapitados.
Justo y Pastor tenían 7 y 9 años respectivamente cuando se negaron a abjurar del cristianismo. El Señor los perdonó: no sabían lo que hacían.

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