22 de julio

Magdalena

Discípula

Acogió a Jesús en su casa, donde su hermana Marta preparaba la cena y su hermano Lázaro se moría y resucitaba. 

Se dice de ella que fue Su discípula predilecta, que era ociosa y derrochadora, que ejercía la prostitución, que fue la compañera carnal del Maestro, que lavó con sus lágrimas los pies del Señor, y los secó con sus cabellos, que Jesús le arrancó los siete demonios del cuerpo, que fue a quien perdonó los graves pecados de lujuria,  fue la primera en ver al Resucitado y que, a diferencia de los demás discípulos, jamás dudó de Él.

Se dice también que luego de la Pasión se dirigió con sus hermanos a Marsella, donde propició milagros, que acompañó a Juan a Efeso, donde fundaron una comuna gnóstica, que fue la autora del cuarto Evangelio  y, que, perseguida, se refugió en la colonia judía de Alejandría o que habría llegado a Francia con José de Arimatea, portando en su seno nada menos que una semillita del Señor. Se dicen tantas cosas...

Pero tantos perfumes, tanto amor y tantas lágrimas derramados en su vida, han hecho de ella la protectora de los peluqueros, guanteros y perfumeros, así como de las prostitutas arrepentidas y de las mujeres seducidas y abandonadas.