lunes, 29 de julio de 2013

29 de julio

Lupo de Troyes



Licántropo, m. hacia 479
Llamado también Lobo y Lope, después de haber probado los fuegos del matrimonio y los placeres del convento, sucedió a san Ursus en el obispado de Troyes, ciudad a la que liberó de un peligroso dragón. Algunos han querido ver en esta historia una metáfora de la derrota de Atila y la liberación de la región de los hunos que hasta la llegada de Lupo la habían asolado.
En efecto, en el año 451 el santo salió al paso del Azote de Dios, convenciéndolo de retornar a sus estepas de origen, aunque justo es decir que, a cambio de respetar Troyes, en su repliegue los hunos saquearon toda la región. Los romanos acusaron al obispo de haber ayudado a los hunos a escapar y Lupe tuvo que dejar Troyes con precavida premura.
Los historiadores descreen de esta historia, aunque Sidonio refiere que los hunos decían haber sido contenidos por dos bestias salvajes, un lobo (Lope, Lupus) y un león (el papa del mismo nombre). Y si lo dice Sidonio, por algo será.
En todo caso, es sabido que por medio de la oración los hombres de Dios son capaces de obrar maravillas. Por la oración obtuvo Elías que bajase fuego del cielo, Manases alcanzó misericordia en la prisión, Ezequías restableció su salud, Judit y Ester preservaron al pueblo de Dios y, finalmente, la oración libró a Daniel de los leones y a san Pedro de sus cadenas.
Los restos de Lupo, que descansaban en la catedral de Troyes, fueron profanados y dispersados el 9 y 10 de enero de 1794, dejando apenas una parte de su cráneo, prueba de que la Revolución Francesa fue un azote aun más terrible que Atila.
Es invocado en casos de posesión diabólica, parálisis, epilepsia e invasión huna. Carece de efectos contra jacobinos, montagnards y sans culottes.

1 comentario:

  1. ¡Muy bueno! Me encantó encontrar el blog, por medio del Pájaro Rojo (todo hay que decirlo)
    Salute !

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