jueves, 18 de julio de 2013

17 de julio

Alejo


Mendigo, m. 417 
 

Hijo del senador romano Eufemias, en la noche de bodas Alejo llevó a su esposa al dormitorio, se extrajo el anillo y se lo puso a su cónyuge. Después se desabrochó el cinturón y, cuando ella esperaba algo más emocionante, se lo regaló como recuerdo.
Con algo de dinero para el viaje, corrió hacia el puerto y subió a un barco, ya listo para zarpar. En Odessa y en Mesopotamia regaló el resto de su dinero y vivió durante diecisiete años como mendigo en las puertas de diversas iglesias. Finalmente regresó a Roma y, sin darse a conocer, se las arregló para instalarse frente a la casa paterna, debajo de la escalera principal. Se alimentaba de los residuos de la cocina y los sirvientes lo importunaban con burlas y bromas pesadas, como molerlo a palos o echarle las aguas servidas y otras travesuras de similar tenor. Él todo lo toleró en silencio y jamás se le escuchó una protesta.
Así, en santa abnegación, vivió otros diecisiete años hasta que, durante un oficio solemne celebrado por el Papa Inocencio I, se oyó una Voz revelando que en casa de Eufemias había un santo. Inocencio interrumpió la misa y todos corrieron hacia el lugar, encontrando a Alejo muerto bajo la escalera principal. En un puño mantenía un papel en el que había garabateado la historia de su vida. Se trataba de la versión romana de un viejo cuento oriental, pero la escalera es auténtica: está sobre el Aventino.
Protector de los pedigüeños, peregrinos y fabricantes de cinturones, se lo invoca para alejar todo lo malo que nos rodea, desde Satanás hasta los malos pensamientos.
Comparte su día con san Colmano de Irlanda, que durante su peregrinación a Jerusalén, al pasar por Stockerau fue confundido con un merodeador y despachado inmediatamente a su destino, pero celestial; con Teresa de San Agustín Lindoine, guillotinada con sus compañeras durante la Revolución Francesa y con santa Marcelina, hermana del obispo san Ambrosio, que la quería mucho.


No hay comentarios:

Publicar un comentario